miércoles, noviembre 29, 2006

124 - (sin fecha)

Dulce momento, venturoso día
dulce recuerdo de mi edad primera,
cuando mi pecho ante Jesús se abriera,
al divino calor que me infundía.

Al pecho el cielo con Jesús venía,
mi alma envolviendo en luminosa esfera,
y en el feliz momento, toda entera
mi vida le ofrecí que El me pedía.

Para el divino Huésped era estrecho,
oscuro y muy pequeño el corazón,
pero Jesús entró para estrecharlo
con infinito amor contra su pecho
y concederme inapreciable don
que nunca pudo alma desearlo.

viernes, noviembre 24, 2006

125 - Mirando a Urbión

(Al Poeta Manuel Machado)

Picos de Urbión, el alma de un poeta
es vela noche y día quedamente.

Yo de lejos es miro. No podría
adivinar sus pasos en la nieve.

Podría verlo cada instante, pero
entre tus rocas, tímido, se pierde.

Corazón puntiagudo de Soria, mis recuerdos
en la sangre purísima de tus arteria beben.

(Quizá nos encontramos, poeta, una mañana
mojando nuestros labios en una misma fuente.)

Yo busco entre los campos los caminos,
-manchas rojas, doradas, pardas, verdes-.
Los caminos de Soria que anduviste, poeta,
para subir a Urbión. Nada se mueve
en los llanos sin fin que la colina acorta,
ni en tus laderas que al azul ascienden.

Corazón de Castilla, limpia arteria del Duero
el alma de un poeta es vela tiernamente

viernes, noviembre 17, 2006

126 - CREPÚSCULO

El crepúsculo me invade con sus flores
de oro mientras largo y lento canta
el ruiseñor de todos mis amores
ahogándose casi en mi garganta.

Al ver este oro puro entre el pinar sombrío
me he acordado de mi tan dulcemente
que era mas dulce el pensamiento mío
que toda la dulzura del poniente.

¡Ay, dulzura de oro! Campos verdes
corazón con esquilas, humo con calma.
No hay nada en la vida que recuerde
estos dulces ocasos de mi alma.

El valle está inundado con aire de amapolas ...
Yo lo miro de lejos. En la cima de mi alma
hay silencios de monte. Un mar verde sin olas,
filtra la luz que muere, allá lejos en calma.

Y yo no pienso nada. Solo el mirar me llena
de la paz de esta tarde, medida en el poniente.
Bajo el valle de mi alma, su tarde está serena
y el corazón, delante, camina lentamente.

miércoles, noviembre 08, 2006

127 - DE NOCHE ...

(Recuerdo de mi primera noche
de Campamento)

Me has amado lo mismo de noche que de día

De día,
cuando yo me he olvidado de Ti.

De noche,
cuando, insomne, me he acordado de Ti.

Cuando la luna busca huecos entre las hayas
para ver nuestra tienda alisada y dormida,
cuando cae invisible
el rocío que brillará mañana
(y que brilla más débil, a la luz de la luna)

Cuando el río
conversa con la noche y le dice, ¿qué dice?
siempre, siempre lo mismo.

Tú me amabas de noche, cuando yo no pensaba
que me amabas de noche
y en los miles de noches en que no lo pensé.

Feliz tu huída, sueño, feliz tu rebeldía! ...
cuando brilla el perfil de las hojas del haya
a contraluz de luna.