miércoles, octubre 11, 2006

128

Una espiga -verde, rubia-,
una más en el bancal,
tan sólo sólo soñaba
llegar a ser blanco pan.

No aspiraba a más;
ella no sabía
que hay pan celestial.

Cantaban los segadores
en la siega su cantar:
"Espigas doradas,
seréis blanco pan".

Pero el viento les cambiaba
con rebeldía el cantar:
"Maduras espigas,
hay pan celestial".

¡Qué regocijo en la trilla!
¡qué alegría al aventar!

Cada grano de la espiga
seguía soñando igual.

La flor de la harina
aroma el altar.

Hay pan blanco, blanco,
hay pan celestial.

lunes, octubre 02, 2006

130 - MI COLECCIÓN DE ESTRELLAS

Mi colección de estrellas la guardaré
-cerradas con amores cada día-

Y a la noche
los dos
huidos de la sombra y de la luz
la veremos despacio.

Cada estrella fijada - alfiler invisible -
y viva eternamente
esperando tus ojos
y los míos, confusos de mirar a tu lado.

Todas las madres, con las manos juntas,
mas allá de las nieblas
de los ojos
de los nombres.

La colección de estrellas
que yo he cazado para ti.

La colección de estrellas
-besos que nadie sabe que son besos-
que tu has coleccionado para mi.

Y detrás de la noche
- ni tú ni yo: los ojos fundidos de esperanza -
nadie verá el amor.