jueves, marzo 27, 2008

78 - Romance para una novia.

6 de marzo de 1961

I
Dadme los vestidos nuevos
que mi amado tiene prisa.

Pasa mi corazón
la senda de la alegría.

Hoy nace el sol para ti,
descalza tus pies y corre,
que sopla tu Amado prisas
en los tallos de las flores.

Corriendo cruzo las calles,
Amado, de mis deseos.

A la entrada de tu valle
dejas el camino abierto,
y me señalan tus pasos
flechas blancas de cerezos.

Adivino tu perfil,
entre la tierra y el cielo,
en las alturas azules
de los montes de mis sueños.

Cuando despierte a tu lado
vestiré vestidos nuevos,
más brillantes que la niebla
de un mediodía de febrero

Hoy nace el sol para ti,
descalza tus pies y corre;
ciñe tus vestidos nuevos,
deja el manto de tus noches,
que ya el día sopla prisas
en los tallos de las flores.

Mi alegría teje nidos
en las ramas de mi cuerpo.
Como me anuncian tus alas
las canciones que yo espero.

Ya bisbisean las hojas
la letra de sus canciones.

Y el Amado sopla prisas
en los tallos de las flores.

II
Agua de río en pañales
y nieve recién nacida
y sol eran mis vestidos
y la mañana mis días.

Era yo una piedra blanca
hundida en las aguas niñas.

En los tallos de las flores
tu amado sopla prisas;
pero era tan de mañana
que tú en la cuna dormías.

Un polen de gracia blanca
en tu sueño se mecía.

Manzana que suena al blanco
blanca y virgen si la partes,
era yo para tus ojos
en los brazos de mi madre.
Y ya me buscabas rama
para el amor de tus tardes.

A voces de espuma y rocas
al río pregona amores.

Ciñe tus vestidos nuevos
descalza tus pies y corre,
que tu Amado sopla prisas
en los tallos de las flores.

Los pájaros chillan versos
que dicen de enamorados.

Vestía de azul la novia,
vestía de azul y blanco.

(versos añadidos en otra hoja)

La sombra de mis deseos
es buena para sentarnos,
quizá se asomen a vernos
las hojas nuevas del árbol.

Amado, enamórame
con silencio de tus labios.

Albelda, 6/3/61