miércoles, septiembre 26, 2007

108

2-8-62
Yo nunca tendré un hijo
para ponerle
José María.

Nunca los faroles de un carro
deslumbrarán mis ojos
y los de una hija mía
que llevo de la mano ...
mis hijas
María Nieves
y María del Carmen
Y María, María, María.

Por eso, Madre, temblarán mis ojos
cuando yo, con mis niños
-¡ay, mis niños se van todas las tardes
cuando acaba la escuela
a sus casas!-
te cante
una canción
que yo aprendí de niño.